miércoles, octubre 04, 2006

El peor colegio en el que he estado

La etapa escolar es grandiosa, no lo niego, es la etapa de relajo. Pero muchos tenemos malas experiencias. Se trata de un colegio en donde estuve en los años 2003-2004; no quiero mencionar el nombre porque no quisiera tener problemas. Pero sí daré iniciales: SBP. Está en el distrito de Los Olivos.
Puedo estar segura que ha sido el peor colegio en el que estado pues he estudiado en 7, así que puedo discriminar.
¿Por qué ha sido el peor? Cuando me iba a matricular, la directora R.D. me hizo una pregunta que considero tonta: "¿Te gustaría estudiar en este colegio?". Tuve que responder que sí, pero... ¿acaso yo estaba segura? Una persona sólo puede saber si quiere algo cuando se está seguro de qué se trata, pero yo apenas conocía la fachada de ese colegio, no tenía idea de cómo era la gente, los profesores, costumbres, etc.
En fin. No me quedó otra. Estudié ahí pensando que todo iría bien. Unos meses después hice algo que no debí, lo reconozco, pero esa no era razón para que profesoras hablasen de mí de la manera en que lo hacían, ni mucho menos que mis compañeros lo hicieran. El primer año no fue tan terrible, lo peor vino en el año 2004.
Fue un error matricularme ese año, sólo me esperaba malos momentos.
El daño empezó cuando mis tradanzas se volvían más frecuentes, error mío. La directora cara de cerdo me decía que si volvía a llegar tarde, me regresaría a mi casa. Aún ante esas amenazas, seguí llegando tarde. La cara de cerdo llegó a gritarme como si yo fuese cualquier cosa.
Finalmente, llegaron las citas con la psicóloga, las larguísimas palabras de la directora, los gritos impotentes de la tutora "David Bisbal" y las miraditas hipócritas de todos los demás. No me quejo de que todo eso haya pasado, mucha de la culpa es mía; pero lo que me molesta es que hayan tenido que cotar un secreto a mis padres. Un "secreto" que se expandió lo más rápido posible gracias a mis "amigos".
Cuando me largué de ese colegio, me sentí feliz: ya no habría caras de cerdo que me jodieran a cada momento, no habría psicólogas que se jactaran perfectas y sabihondas, no habría tutoras que se quejaran de mí a cada momento, no habría profesores que me miraran con lástima, y, principalmente, no habría hijos de su madre que finjieran ser amables en mi cara, pero unos mierdas a mis espaldas.
Siento que toda esa experiencia me ha jodido bastante y tan sólo por dos razones: Uno, por decir cosas demás y, segundo, por ser homosexual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya lo pasado pasado, ... perdonalos para que no sea como basura debajo de la alfombra...